Radisson Blu Resort, Al Hoceima - Excursion

Alhucemas

Descubre esta joya de la costa marroquí. Con sus aguas mediterráneas cristalinas y sus calas escondidas, Alhucemas es una fuente inagotable de inspiración para tus sueños de verano.

Hoteles en Alhucemas

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Alhucemas, Marruecos

Radisson Blu Residences, Al Hoceima

2.0 2.0 (12 opiniones)
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Alhucemas, Marruecos

Radisson Blu Resort, Al Hoceima

4.0 4.0 (575 opiniones)
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Activation Content B2C - VOL.001 - Activation_Content_B2C-Radisson_Blu-Web_Module-Other-EN-MEAT-GeneralAl Hoceima's cliffs

Diario de viaje de Alhucemas

Mañana: el puerto de Alhucemas

El día comienza a la orilla del mar. En esos momentos, el puerto cobra vida y el aire se llena de murmullos de actividad. Los pescadores trabajan con un ritmo más antiguo que la propia ciudad, izando redes que brillan como si estuvieran hechas con rayos de sol. Un ave marina planea sobre las olas, rozándolas como si compitiera con la brisa matinal. Este es el latido vital de Alhucemas: sereno, eterno y acompasado con la música del Mediterráneo. 

Final de la mañana: viaje en barco y acantilados

Zarpas desde el puerto para navegar hacia el horizonte. Los acantilados se elevan como guardianes centenarios, con rostros tallados por la sal y el viento de los siglos. Al acercarte a ellos, el color del mar cambia de azul zafiro a verde esmeralda, y cada recodo de la costa revela una cala secreta o una playa escondida. Aquí, el mundo se reduce a tres elementos primigenios que conversan entre ellos: rocas, agua y cielo.

The beautiful architecture of Al HoceimaMorro Viejo Souk

Tarde: el zoco de Morro Viejo y la mezquita de Bades

Por la tarde, Alhucemas se llena de vida. El zoco rebosa con una exuberancia de colores y aromas. En los portales bañados por el sol se apilan cestas hechas a mano, que impregnan el aire con aromas de azafrán y comino. Desde aquí, solo tienes que dar un breve paseo para acercarte a Morro Viejo, que te enamorará con sus patios y muros de piedra. Un poco más lejos está la mezquita de Bades, con sus muros encalados que reflejan la luz suave de la tarde. Es en momentos así, de una profunda serenidad, cuando la ciudad revela sus múltiples capas de historia y actividad. 

Noche: atardecer en el Radisson Blu Resort, Al Hoceima

El mejor sitio para contemplar la puesta de sol te espera en el Radisson Blu Resort. El cielo se convierte en un lienzo cubierto por pinceladas de color ámbar, rosa y violeta que se funden con el mar. Desde la terraza se puede escuchar el sonido de las olas, que se mezcla con el tintinear de las copas y el murmullo de las conversaciones. Cuando se apagan los últimos rayos del sol, llega la hora de la cena. Y entonces te das cuenta de que los días en Alhucemas no se acaban, sino que se prolongan, cálidos e inolvidables.

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