





El hotel tiene una ubicación inmejorable cerca de la estación de trenes/ rent a car de Abando, la zona de compras, lugares para comer de Ledesma y la ciudad antigua. El tranvía que pasa en la esquina te deja en 10 minutos en el Guggenhaim. Las instalaciones del hotel son excepcionales y la habitación un lujo, cómoda, espaciosa y con el mejor gusto de ambientación, decoración y diseño. No tuvimos oportunidad de visitar el rooftop bar o el comedor porque, no tuvimos el tiempo para desayunar.
Reservamos una sesión de spa y masajes. La experiencia ha sido muy gratificante, el spa muy acogedor, estuvimos solas lo cual para nosotras fue una ventaja ya que lo disfrutamos muchísimo más y el masaje súper relajante. Si le tengo que poner un pero es a que echamos de menos que la piscina tuviese chorros de agua
Reserve spa más masaje,Lorena es encantadora y Vicky me hizo un masaje que me hizo estar en el cielo .Muchas gracias 🙏🏻 el Spa aunque es muy pequeño lo disfrute sola así que de agradece. El trato del recepcionista. Y las chicas del spa son de +100
Reservamos una sesión de spa y masajes. La experiencia fue muy gratificante, el spa muy acogedor, estuvimos solos, con lo cual lo pudimos disfrutar más y el masaje en pareja maravilloso, súper relajante. Gracias Rosario y Viki porque fue una experiencia espectacular.
Comprendo que parar el coche al inicio de la Gran Vía es complicado. El personal es solícito y colaborador, pero los conductores de autobús colaboran poco. No solo pasan por la plaza de parada del hotel, que es solo para un coche grande, también se paran ocupando la plaza, y te obligan a dar un vuelta a una gran manzana. Entiendo que luego haya que ir a un parking público, ya que esa zona es difícil. Pero llovía a mares y el parking publico estaba completo, aunque se iba entrando poco a poco. Puede que haya parkings de otros hoteles que se puedan contratar, y si son lejos, disponer un servicio de shuttle o de aparcacoches.