





Todo perfecto, para dormir y desayunar antes de salir perfecto todo. Lo único el reponer las toallas y el papel, tendría que ser diario o cada dos días. Eso sí que lo cambiaría, pero lo pides en recepción y te dan toallas y papel sin problema. Saludos.
Moderno y limpio ,sin embargo la señal de internet es pésima y la cama estaba sin tender y con una cobija de menor tamaño y doblada
Hotel moderno muy limpio y con ducha potente. Además, como otro punto fuerte, destacar que no se oía nada, ni de otras habitaciones ni del pasillo. Nos quedamos dos noches y nos ofrecieron 2 consumiciones gratis en el bar, abierto 24h, a cambio de no hacernos la habitación. Aspecto muy positivo en cuanto al medio ambiente: cada vez que se limpia una habitación se consumen unos 7,5 litros de agua. En recepción muy amables, te explican cómo ir y venir del centro (tienes al lado el tranvía y la estación donde puedes coger trenes, metro... y buses a otras capitales, como Budapest, Bratislava...) Al centro también puedes ir andando en unos 40 minutos o en Bolt por 10-12€ Por cierto, aunque no tengas el desayuno contratado, puedes tomar café gratis, muy rico, no el de máquina cutre.
Hotel totalmente nuevo, al lado de la estación de trenes central de Viena. Habitaciones super modernas, muy limpias. Hotel muy tranquilo. No esta situado en pleno centro, pero tampoco esra muy lejos andando. Si necesitas coger un tren al dia siguiente, es una muy buena opción. La recepción es enorme, y funciona como bar también las 24 horas.
Excelentes instalaciones, muy cómodo, bonito y nuevo, a metros de la estación central, y a 10/15min del centro en tranvía, muy buena atención y todo extremadamente limpio y nuevo, el check-in y el checkout fue muy rápido. Lo recomiendo, muy bueno.